CAHUÉS

INFORMACIÓN GENERAL


Texto: Fernando Hualde
Fotos: Txumari Pérez



Estamos ante una localidad, antigua villa, que quedó deshabitada en la primera mitad del siglo XIV, situada dentro del actual término municipal de Miranda de Arga. Hoy, setecientos años después, apenas sobreviven algunos restos de sus antiguas viviendas; es fácilmente detectable su emplazamiento a causa de las numerosas piedras que salpican el terreno, pudiéndose encontrar abundantes restos cerámicos; incluso en algunos casos han llegado a sobrevivir pequeños lienzos de pared correspondientes a los cimientos de sus primitivas viviendas.

Restos cerámicos

Su ubicación dentro del término de Miranda, muy próxima al término de Falces, muy próxima al río Arga, nos permite recordar que durante un tiempo llegó a pertenecer a esta segunda localidad.
Fue núcleo de población, a principios del siglo XII, de señorío nobiliario. En el año 1114, según nos aportan los documentos, el monasterio de Irache recibió algunas heredades de esta villa. Casi un siglo después, en 1208, los Hospitalarios de San Juan compraron algunas tierras y propiedades en este lugar, las suficientes como para llegar a instalar una encomienda de esta orden en el año 1237.

Las piedras delatan el emplazamiento de esta antigua villa

Pero antes del año 1280 vemos a la villa de Cahués integrada dentro de las propiedades de la Corona, a la que pagaba una pecha (impuesto) anual de 15 cahíces de trigo y otros tantos de cebada y avena, más los 20 de una y otras especies que habían pertenecido a Gil Garcés de Azagra y Gonzalo Ibáñez de Baztán hasta el secuestro de sus bienes a raíz de la Guerra de la Navarrería, según informa la Gran Enciclopedia Navarra.

Sobreviven pequeños lienzos de pared

Se calcula que Cahués quedó despoblado en la primera mitad del siglo XIV. El término fue cedido en el año 1307 a Ojer de Mauleón; fue una cesión temporal, pues poco después se ve que vuelve a pertenecer al patrimonio de la Corona. En 1422 hubo una disputa entre Falces y Miranda de Arga sobre su propiedad.


ERMITA DE SAN JUAN BAUTISTA

Al igual que sucede en otros muchos núcleos de población que llevan siglos deshabitados, lo que nos ha quedado de ellos en su iglesia, convertida actualmente en ermita.
En este caso, en una atalaya privilegiada sobre el cauce del Arga, podemos ver hoy la ermita de San Juan Bautista, antigua iglesia de Cahués, y en un estado más que aceptable tras haber sido sometida recientemente a un proceso de restauración.


Es un edificio rectangular (una única nave), de estilo románico, con cubierta de teja árabe a dos aguas, y vistosa espadaña desprovista de campana a la altura del lado de la Epístola. Su interior está totalmente diáfano, destacando únicamente la estructura de madera que soporta el tejado. Mantiene la portalada original de acceso con arco de medio punto.


Siglos atrás se ve que este edificio perdió su ábside románico en beneficio de una cabecera recta. Y sin remontarse tan atrás, también perdió en su interior el antiguo retablo barroco, siendo lo más lamentable el robo de la imagen del santo titular.









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