BAIGORRI
EL DESPOBLADO DE OTEIZA DE LA SOLANA
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Foto: Juan Luis Landa |
El despoblado de Baigorri, en el término de Oteiza, fue una de las propiedades históricas de los Condes de Lerín y del Duque de Alba.
En puertas ya, como quien dice, del quinto centenario de la conquista de Navarra, nos vamos a acercar hoy a uno de los muchos despoblados que tenemos en nuestra tierra, y que en este caso ha sido durante siglos propiedad del Conde de Lerín y del Duque de Alba, protagonistas y artífices de aquella conquista. Me refiero al despoblado de Baigorri, asomado al río Ega en el término municipal de Oteiza de la Solana.
La imagen hoy de este lugar me atrevería a decir que impresiona. No es un despoblado como los demás. Me explico. Cuando un lugar queda despoblado tanto sus casas como su iglesia poco a poco, y desde el tejado, se van viniendo abajo, dándole a ese espacio una imagen casi diría yo que fantasmagórica. Pero en este caso, y centrándonos principalmente en la iglesia de la Purificación, a todo esto hay que añadir una ruina forzada, es decir, una acción humana de destrucción, la que hicieron las tropas francesas hace dos siglos para evitar que Mina volviese a refugiarse en ese lugar. Es por ello que las ruinas de esta iglesia son atípicas, con dos paredes todavía en pie, y otras dos totalmente ausentes.
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Ruinas del antiguo palacio del Duque de Alba - Foto: Juan Luis Landa |
Despoblado en el XV
Siglos atrás, cuesta imaginárselo, hubo allí un castillo rodeado de un bosque inmenso. De hecho, la primera referencia documental del Baigorri altonavarro alude al castillo, informando que Lope Garcés era en el año 1057 el tenente del mismo. Era esta una villa que formaba parte del patrimonio de la Corona; de hecho vemos cómo en el año 1264 los vecinos de Baigorri, que hasta entonces habían tenido potestad sobre el patronato de la iglesia, delegan este derecho en el propio monarca, hecho este que, visto desde la distancia, aparenta ser un gesto de sumisión y un buen regalo al rey, pero… habría que saber si realmente era así. Basta con ver que medio siglo después, en 1320, el rey traspasa este privilegio al propio obispado de Pamplona.
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Foto: Juan Luis Landa |
Lo cierto es que en aquella época Baigorri, que tiene el funcionamiento propio de un concejo, vivía en un declive demográfico progresivo. Dicen los datos que en 1330 contaba esta localidad con 53 fuegos, de los que 22 eran de los denominados pobres; a partir de allí fue perdiendo población a pasos agigantados, y es así cómo en el año 1468 la princesa Leonor califica a esta villa como desolado, o despoblado que diríamos hoy.
Las ruinas de aquella población y todo su término las pasó la susodicha princesa a un tal Juan Elías, estellés. Y fue de manos de éste, de quien la propiedad pasó a los Condes de Lerín, que en 1565 la traspasan al Duque de Alba. Se conserva el dato de que unos años antes, en 1548, se construyó en el Ega, dentro de la jurisdicción de Baigorri, una presa con su correspondiente acequia, infraestructura esta que finalmente una riada se la llevó por delante.
Pudo ser en esta etapa cuando Baigorri, restaurado su palacio y su iglesia, vuelve a convertirse en un lugar habitado. Tenemos el dato de que en 1786 contaba con 22 habitantes.
La propiedad de este lugar, a juzgar por los diversos documentos posteriores, parece que revertió de nuevo en los condes de Lerín, que son los que figuran en los últimos siglos como legítimos propietarios. Ellos habitaron el palacio de Baigorri, y ellos eran los que en este lugar, para su mejor gobierno, designaban siempre un alcaide y dos guardas; el primero obligadamente tenía que ser de Navarra “y plaza jurada anexa a la alcaldía mayor de Larraga”.
En el año 1788 un informe que fue enviado a la real Academia de la Historia describía perfectamente este lugar, y lo decía así: “En este bosque, o monte, tiene el conde de Lerín un palacio que demuestra antigüedad, en una elevación sobre el río Ega. Tiene en él un alcaide y dos guardas”. Alude este mismo documento a que en todo el término había un bosque de encinas, monte y pastos. Y que el núcleo principal lo constituía la antigua iglesia románica, con su torre, y el palacio señorial, con porches en la planta baja, y una galería sobre pilares de piedra en el piso principal.
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Fachada principal del palacio - Foto: Juan Luis Landa |
Importante el siglo XIX
Dentro de la historia de este lugar, y aunque el siglo XX haya marcado por segunda vez su condición de despoblado, hay que reconocer que el siglo XIX dejó una profunda huella. Curiosamente, a mediados de ese siglo, puntualmente aparece como propietario del lugar el duque de Berwick y Alba, seguramente fruto de la suspensión del condado de Lerín durante la primera mitad de aquél siglo como consecuencia de la revolución liberal. Fue, sin duda, un momento curioso, que se tradujo en la desaparición del cargo del alcaide en este lugar, y en el que a la vez la jurisdicción del mismo pasó al Consejo de Navarra, entidad ésta que también llegó a extinguirse en el siglo XIX.
De hecho, la desaparición del Consejo, titular de la jurisdicción de Baigorri, creaba una situación atípica, quedando este lugar como tierra de nadie, como un lugar totalmente independiente. Situación ésta que fue efímera, pues inmediatamente el término de Baigorri quedó incorporado al de Oteiza.
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Foto: Juan Luis Landa |
Al margen de estas vicisitudes, el siglo XIX trajo consigo para este lugar otro tipo de desgracias. Las tropas de Napoleón encontraron en esta localidad una resistencia que no esperaban; en la iglesia de Baigorri se hicieron fuertes los seguidores de Mina, librándose en Baigorri una dura batalla entre los unos y los otros, convirtiéndose aquella iglesia en fortaleza y parapeto. No es por ello de extrañar que posteriormente las tropas francesas la destruyeran parcialmente para que nunca más pudiera ser usada como fortaleza defensiva. Son paradojas de la historia, caprichos de ésta, pues fue en ese momento cuando el Duque de Alba conoció en su propiedad la misma medicina que tres siglos antes había aplicado él en tantos y tantos castillos y fortalezas de Navarra para evitar que esta se revolviese contra las tropas castellanas que, bajo su mando, conquistaron el Reino de Navarra.
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Columna empotrada en el interior del palacio - Foto: Juan Luis Landa |
Deshabitado para siempre
El siglo XX fue también crucial para Baigorri. A mediados de este siglo es cuando Baigorri, por segunda vez, queda totalmente deshabitado, aparentemente ya para siempre. El nomenclátor de población de 1960 nos informa que en ese año ya no vivía nadie en el lugar. A partir de ese momento, y de forma progresiva, los edificios van conociendo un declive que ha venido a convertir, actualmente, a este despoblado en un lugar que impresiona y que duele verlo.
En los pasados años ochenta, concretamente en 1986, 1987 y 1988, bajo la dirección de Carmen Jusué, se realizaron varias excavaciones y catas arqueológicas que permitieron delimitar con exactitud el edificio de la iglesia, ubicar la antigua necrópolis, conocer una parte del despoblado medieval, y consolidar algunos restos.
Baigorri invita hoy a una intervención más amplia. Son realmente escasos los despoblados que hay en esta parte de Navarra, y habría que saber valorar y valorizar estos restos tan llenos de historia, saber interpretarlos y documentarlos, sacar a la luz y de forma responsable cuanto haya de valor en sus restos medievales. No se trata de reconstruir, sino de limpiar y consolidar, y de paso cuidar este lugar para que siga siendo historia viva, para que sus ruinas y sus piedras nos sigan contando cosas. Merece la pena.
Diario de Noticias, 6 de noviembre de 2011
Texto: Fernando Hualde
Fotos: Juan Luis Landa
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INTERVENCIÓN SOBRE EL DESPOBLADO MEDIEVAL
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Pueblo medieval. Detalle del pozo y de la fuente. (Foto: Juan Luis Landa) |
Bajo las ruinas del actual despoblado de Baigorri sobreviven los restos del antiguo poblado medieval. Durante los años 1986, 1987 y 1988 se hicieron varias campañas de excavaciones arqueológicas bajo la dirección de Carmen Jusué. De aquellas intervenciones la Gran Enciclopedia Navarra nos dice lo siguiente:
La primera intervención estuvo enfocada a la realización de catas en diversos puntos del despoblado: un sondeo junto al muro meridional exterior de la iglesia con el fin de delimitar con precisión su estructura arquitectónica, otra cata en el interior del ábside de la iglesia, y otra en la zona sur-oriental de la iglesia, en la que pudo advertirse que se trataba del sector ocupado por la necrópolis del lugar. Así, en ese espacio se controló la existencia de 4 enterramientos de estructura muy simple y tosca, consistentes en fosas excavadas en la tierra sin ninguna protección en los lados ni en los extremos. El cadáver se introducía simplemente en la fosa, que se cubría con una laja, generalmente monolítica. Únicamente se excavó en su totalidad un enterramiento en el que se descubrió la estructura ósea de un adulto de 1'53 cms de longitud, colocado en posición de cúbito supino, con los brazos cruzados en la pelvis.
Las sucesivas campañas estuvieron orientadas a limpiar de escombros una parte de la iglesia, a la excavación sistemática de un sector del despoblado y a la consolidación de los diversos restos de construcción.
Las labores de limpieza de la iglesia se completaron con el acondicionamiento de los exteriores, efectuándose en la zona de la puerta el hallazgo de un tímpano monolítico, apuntado, con la parte inferior decorada por una orla de cuadrifolias esquemáticas y la exterior enmarcada por un bocel semicircular. Centra la superficie un crismón en relieve, rodeado por una especie de medallones, también en relieve, que representan estrellas y rosetas los situados en los laterales, y una mano en actitud de bendecir el de la zona superior. Todo ello se ajusta, tanto por la estructura ligeramente apuntada como por los motivos decorativos de líneas muy esquemáticas, a modelos protogóticos que se pueden fechar dentro de las primeras décadas del siglo XIII, aunque la tipología no es muy frecuente.
En la parte nor-occidental de la iglesia se excavó una amplia zona del despoblado medieval, con el fin de que ambos elementos -iglesia y despoblado- quedaran relacionados. Así, se descubrieron las plantas de diversas viviendas completas, alguna estructura, posiblemente cercados o corrales, adosadas a dichas viviendas, y amplios tramos de calles alrededor de las mismas. Las plantas de las estancias corresponden al tipo más usual en esta época en todo el Occidente medieval, es decir, rectangulares o cuadrangulares y, a veces, con un muro interno que las divide en dos partes, correspondientes a la zona del hogar y a la de habitación.
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ResponderEliminarBuena información la que recoges en este blog, sí señor, soy fotógrafo y quiero inmortalizar muchos de estos pueblos y este en especial me ha cautivado, ya está añadido en mi lista personal. Un saludo
ResponderEliminarHola Fernando :ayer estuve por ahí y da pena, una esquina del muro del palacio esquina nor-este o sea mirando desde el frente a la derecha se ha derrumabado recientemente y la pared oeste del campanario presenta una enorme grieta de arriba abajo.
ResponderEliminarPienso que se debe andar con un poco de prudencia manteniendose a distancia de las paredes.
Si deseas alguna foto puedes contactar conmigo en Eliasarana@ymail.com
Saludos.
Elisa:
EliminarNo dudes en enviar alguna foto para que la podamos meter en el blog y así ver todos el estado actual de este lugar.
Puedes enviarlas a fhualde@hotmail.es
Y vaya desde ahora mi agradecimiento por tu ayuda.
Un saludo.
Alba y Baigorri... los 2 apellidos de mi abuelo...
ResponderEliminarSoy un nostálgico de mi tierra natal y entre ella esta el coto de Baigorri asi le llamábamos por sus limitaciones aquellos que no tenían tirras arrendadas enbaigorri conociendo asu ultimo guarda el Srñor, Macelo y amigo de sus Hijos dos varones y dos hembras me interesa mucho su Historia pero nuca e podido ver toda su viografia ni siquiera su estension y cuando trato de conseguir un mapa no lobeo claro cuales son sus limites ni aque poeblos le pertenecen senombra Larraga ,Bervinzana.pero meconsta que lo trabaja mas Lerin (Alguien me podría infomar donde poder comprar dicha viogrfia ) gracias micorreo es (olvido 651@gmail.com
ResponderEliminarHola cómo se llega al despoblado?
ResponderEliminarBuen blog.
Hola, gracias por la entrada del blog. Mi abuela, cuyo abuelo era a su vez el guardés del caserío, habitó en Baigorri hasta que se casó en 1922 (con 21 años), en que marchó a vivir al pueblo de Allo. Algunos de mis cinco tíos abuelos siguieron viviendo en Baigorri hasta después de acabada la Guerra Civil. A medida que se fueron casando y tuvieron hijos se mudaron a vivir a Oteiza, Estella y otras localidades. Pero en los primeros años 40' mi propia madre (que vivía en Madrid) todavía pasó allí largas temporadas de verano con sus tíos y primos, aprendiendo y ayudando en las labores del campo. Entonces había aún escuela con maestra y capilla en la que el cura pasaba a decir misa. Habitaban el caserío de Baigorri en esos años, según contaba mi madre, unas siete familias, lo que podría arrojar la cifra de unas 45 o 50 personas. Algunos de los primos de mi madre, residentes ya en Oteiza de la Solana, han mantenido el arrendamiento y luego la propiedad de las tierras de cultivo en los alrededores de Baigorri hasta la actualidad. La última vez que mi madre visitó el lugar fue en el año 1987 y, para entonces, todo estaba ya muy destruido.
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